(Expansión, 04-12-2024) | Fiscal
El cumplimiento de las obligaciones fiscales y el pago de deudas tributarias representa un auténtico desafío para muchos ciudadanos. Desde impuestos básicos como el de circulación, que hasta hace poco solo podía abonarse anualmente tras largas esperas en las entidades bancarias, hasta las cuantiosas deudas fiscales de empresarios en quiebra o patrimonios sin liquidez, que en ocasiones desembocan en embargos de bienes o créditos, las vías para saldar cuentas con Hacienda son cada vez más diversas.
La tecnología ha irrumpido con fuerza en este ámbito, marcando un cambio significativo en los últimos años. Cada vez más administraciones autonómicas y locales facilitan el pago de tributos a través de Bizum, una herramienta que permite transferir dinero desde el móvil con un simple clic. Regiones como Madrid, Galicia, Baleares, Comunidad Valenciana, Castilla y León o Extremadura ya han adoptado este sistema.
El avance más destacado se anunció recientemente: la Agencia Tributaria (AEAT) está trabajando para que, a partir de la próxima Campaña de la Renta, aquellos contribuyentes cuya declaración de IRPF sea favorable al Fisco puedan realizar el pago correspondiente mediante tarjeta bancaria o Bizum. Así lo confirmó Soledad Fernández Doctor, directora general de la AEAT, en el XXXIV Congreso de Inspectores de Hacienda. Según el Banco de España, un 36% de los españoles utiliza Bizum y un 32% paga con tarjeta.
Además, hace pocas semanas, la AEAT autorizó por primera vez a una fintech, Qonto, para colaborar en la recaudación de impuestos. Esto permitirá a los usuarios pagar directamente desde plataformas online y cuentas con IBAN español, eliminando la necesidad de recurrir a la banca tradicional.
En el horizonte, ya se debate la posibilidad de pagar impuestos con criptomonedas o activos intangibles. Estados como Colorado, Utah, Luisiana, Ohio y Arizona han planteado aceptar criptodivisas como método de pago para tributos, y otras regiones evalúan seguir esta tendencia.
Estas innovaciones, junto con el uso de inteligencia artificial aplicada al control tributario, presagian un cambio radical en el sector, desplazando las herramientas tradicionales.
Mientras tanto, la AEAT dispone de mecanismos para garantizar el cobro de deudas. En casos de falta de liquidez, los embargos son comunes: se pueden intervenir cuentas bancarias, salarios o pensiones. Si estos métodos no son suficientes, se procede al embargo de bienes como inmuebles, vehículos o propiedades, que pueden ser vendidos en subasta para saldar la deuda. También es posible embargar valores financieros, bloqueando su transmisión o venta hasta cubrir el importe adeudado.
Una alternativa poco frecuente es el pago de deudas mediante obras de arte, contemplado por la legislación española. Aunque excepcional, Álava destaca como un caso singular: desde 2001, se han registrado 20 pagos en especie en esta hacienda foral, siete de ellos mediante obras de arte, como los 87 cuadros valorados en 4,3 millones de euros entregados por un deudor el año pasado.