(El Economista, 24-02-2025) | Laboral
Desde 1999, la brecha salarial en España, entendida como la diferencia en el salario bruto entre hombres y mujeres, solo se ha reducido en un 50,5%. Si se mantiene este ritmo, harían falta otros 23 años para lograr la igualdad, según el IX Informe Brecha salarial, Suelo pegajoso y Techo de cristal, elaborado por el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).
No obstante, en los últimos años la reducción ha sido más notable, alcanzando un 3,7% en 2023. El mayor avance se produjo en 2020, con una disminución del 7,8%, gracias a las medidas de protección salarial implementadas durante el confinamiento. Sin embargo, Gestha advierte que, en términos absolutos, la diferencia ha aumentado en 93 euros anuales, lo que significa que las mujeres perciben casi 5.100 euros menos al año que los hombres, lo que representa un 23,9% de diferencia.
Con motivo del Día de la Igualdad Salarial, celebrado el 22 de febrero, los técnicos de Hacienda destacan que el salario medio anual de las mujeres en España es de 21.298 euros, mientras que el de los hombres asciende a 26.390 euros. Un dato preocupante es que más de 4 millones de trabajadoras no alcanzan el salario mínimo interprofesional (SMI) a lo largo del año, y su representación disminuye a medida que se accede a puestos con mayores retribuciones.
El informe señala que los complementos salariales asociados a características tradicionalmente masculinizadas, como la nocturnidad, la productividad o la disponibilidad, contribuyen a la desigualdad, además de una segregación por sexos que afecta el prestigio y las oportunidades laborales de las mujeres.
Sara Colom, socióloga de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), resalta que la mayoría de las reducciones de jornada son solicitadas por mujeres, lo que las lleva a dedicar más tiempo al cuidado de los hijos sin recibir compensación económica. Esto, a su vez, afecta sus ingresos, mientras que sus parejas, en el caso de relaciones heterosexuales, pueden seguir recibiendo complementos salariales por su mayor disponibilidad.
Por su parte, la abogada laboralista Montse Arcos advierte sobre la contradicción de que las empresas penalicen el avance profesional de las mujeres que optan por medidas de conciliación. "Al final, terminan haciendo el mismo trabajo en menos tiempo, para poder salir una hora antes, una hora que en otros casos se malgasta en pausas o comidas largas, pero que se considera parte de la jornada laboral porque lo importante parece ser la cantidad de horas que se está disponible", reflexiona.
Ante esta situación, diversas expertas instan a replantear el sistema de complementos salariales, promoviendo que las negociaciones colectivas den prioridad a factores como la formación continua, la eficiencia y la capacidad organizativa, en lugar de la mera presencia física en el puesto de trabajo.
La brecha salarial también varía significativamente según el sector. En algunos ámbitos, las diferencias salariales entre hombres y mujeres oscilan entre el 5% y el 19%, dependiendo exclusivamente del sector en el que trabajan. Las mayores desigualdades se observan en áreas con una mayor presencia masculina, siendo el sector de Entidades Financieras y Aseguradoras el más afectado, con una diferencia de 16.537 euros anuales. Le siguen el sector de Información y Comunicaciones (8.294 euros) y los Servicios a Empresas (7.169 euros). En contraste, la brecha salarial más baja se encuentra en la Construcción y Actividades Inmobiliarias, con una diferencia de 1.118 euros, seguida por Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca (3.918 euros) y Otros Servicios Personales y de Ocio (3.928 euros).
"La igualdad no solo consiste en que las mujeres accedan a empleos tradicionalmente masculinos, sino también en que los hombres ocupen puestos feminizados. Quizás así, aunque resulte triste, estos trabajos ganarían en prestigio social y mejores salarios", señala Mentxu Gutiérrez, secretaria de Mujeres y Políticas LGTBI de CCOO, en declaraciones a la agencia EFE.
Según estimaciones de UGT, aunque la brecha salarial ha disminuido casi un 30% en la última década, impulsada en gran medida por el aumento del SMI, si no se adoptan medidas adicionales, la igualdad retributiva no se alcanzará hasta 2057, dentro de 32 años.
El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, aboga por fomentar una mayor participación de la mujer en el mercado laboral y promover un cambio cultural. En su opinión, es fundamental que ambos progenitores asuman responsabilidades de conciliación para eliminar la parcialidad y el techo de cristal que limita la carrera profesional de las mujeres. Estas cuestiones, afirma, deberían ser abordadas en un Pacto de Estado.