(Expansión, 19-11-2024) | Fiscal
La reforma fiscal que impulsa el Gobierno de coalición no solo ha generado tensiones políticas significativas entre Sánchez y sus aliados parlamentarios, sino que también ha suscitado preocupación entre los actores económicos y las organizaciones empresariales. Estas alertan que la presión fiscal en España ya es "excesivamente elevada" y que "no existe margen para aumentarla más" sin el riesgo de agravar la fuga de inversiones, que aún se encuentran por debajo de los niveles de hace cuatro años, y de fomentar la deslocalización empresarial.
Así lo señaló este lunes Íñigo Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), durante la presentación del informe Competitividad fiscal 2024. En este documento se destaca que las continuas subidas de impuestos impulsadas en los últimos años por el Gobierno de Sánchez constituyen un "lastre para el crecimiento económico". Según Fernández de Mesa, "una presión fiscal empresarial mayor a la de los países vecinos genera deslocalización de inversiones, fuga de contribuyentes y pérdida de competitividad para los residentes".
España es uno de los países desarrollados que más ha incrementado los impuestos en los últimos años, con un aumento de la recaudación de 1,8 puntos del PIB entre 2018 y 2023, frente a una reducción de 1,1 puntos en el promedio de la UE. Esto sitúa a España como el tercer país de la UE con mayor incremento de la carga fiscal en dicho periodo, solo superado por Chipre y Lituania.
Además, la presión fiscal normativa (la carga tributaria potencial sobre la economía, independientemente de la recaudación real) es un 17% superior a la media de la UE. Por otro lado, el esfuerzo fiscal ajustado por renta per cápita de los españoles supera en un 13,7% el promedio del bloque europeo, cifra ya elevada dentro del contexto internacional y por encima de otros países de la OCDE, según el informe elaborado por el servicio de estudios de CEOE.
Otro factor preocupante es el aumento de la carga fiscal sobre las empresas. En España, estas aportan más del 32% de la recaudación pública total, frente al 25,8% de media en la UE, lo que agrava aún más su competitividad. Como resultado, el Índice de Competitividad Fiscal (ICF) de la Tax Foundation sitúa a España en el puesto 33 de 38 economías desarrolladas en 2024, después de caer diez posiciones desde 2019, cuando ocupaba el puesto 23. Solo Islandia, Portugal, Francia, Italia y Colombia están por debajo.
Íñigo Fernández de Mesa también criticó que "los impuestos a menudo se utilizan como una herramienta política en lugar de un instrumento para recaudar de manera justa y eficiente". Según el IEE, el problema fiscal en España no radica en una falta de ingresos tributarios, sino en el continuo incremento del gasto público, que supera el crecimiento de la recaudación. A pesar de que esta última alcanzará los 295.000 millones de euros en 2024, según la Airef, marcando un récord histórico con 95.000 millones más que en 2019, el déficit público no ha logrado bajar del 3% exigido por las reglas fiscales de la UE, y la deuda pública sigue creciendo en términos absolutos, alcanzando 1,63 billones de euros en septiembre, según el Banco de España.
El IEE subraya que la reforma fiscal demandada por la Unión Europea no implica necesariamente subidas de impuestos. "Lo que la UE busca es potenciar el crecimiento económico, algo que se logra más eficazmente reduciendo impuestos que incrementándolos". El think tank de la CEOE insiste en que cualquier aumento en la recaudación debería basarse en ampliar las bases imponibles y combatir el fraude fiscal, en lugar de incrementar la presión sobre unos contribuyentes que ya soportan una carga elevada en comparación con otros países. Además, advierte sobre los efectos negativos de los impuestos selectivos, como los aplicados a bancos y energéticas, al enviar un mensaje disuasorio a la inversión internacional. Según Gregorio Izquierdo, director general del IEE, "los impuestos discriminatorios con nombre y apellido son los más perjudiciales, ya que aumentan significativamente el riesgo de deslocalización empresarial".