(El Economista, 19-07-2024) | Mercantil, civil y administrativo
El endeudamiento de los hogares españoles está alcanzando un hito económico particular. Según datos del Banco de España, la ratio de deuda de las familias en relación con su renta bruta disponible (ingresos de salarios, prestaciones o pensiones menos impuestos) ha descendido al 72% a principios de 2024. Este nivel de endeudamiento no se veía desde finales de 2001 y es 14 puntos porcentuales inferior al promedio de la zona del euro. En términos relativos al PIB, la deuda de los hogares ha disminuido del 85% hace una década al 45% del PIB. Sin embargo, un factor que explica la reducción de la deuda de las familias revela que esto no es necesariamente un buen indicio para la economía española.
El Banco de España ha venido advirtiendo que el mercado inmobiliario español está actuando como un embudo, y cada vez hay menos jóvenes propietarios. Es una paradoja: a pesar de poder ahorrar más que nunca, más incluso que otros europeos históricamente, los españoles están menos endeudados porque no tienen que pagar hipotecas... pero tampoco tienen acceso a una vivienda en propiedad. Los datos muestran que la reducción de la deuda ha sido significativamente más pronunciada en los préstamos para la compra de viviendas.
Desde una perspectiva más amplia, el desendeudamiento de los hogares españoles refleja un cambio generacional en el acceso a la vivienda en propiedad frente al alquiler. Los jóvenes tienen menos acceso a la compra de viviendas en comparación con generaciones anteriores, lo que ha influido en los niveles generales de endeudamiento.
Las consecuencias de la crisis anterior todavía afectan a los nacidos a finales de la década de 1980. "El aumento de la inflación ha llevado al Banco Central Europeo (BCE) a subir los tipos de interés a niveles récord desde el año 2000. Aunque el encarecimiento del crédito ha reducido el acceso a hipotecas inmobiliarias, este fenómeno ha afectado mayoritariamente a los menores de 35 años", explica Omar Rachedi, profesor de Economía e investigador de la escuela de negocios Esade.
Las hipotecas de los menores de 35 años en relación con el total de hipotecas en España han alcanzado un mínimo histórico, situándose apenas por encima del 5%, señala el profesor. A comienzos de siglo, en 2002, esta ratio estaba alrededor del 40%. Aunque en los últimos años el número de hogares ha crecido en relación con la construcción o disponibilidad de vivienda, Rachedi destaca que "es importante señalar que la caída en la proporción de hipotecas a los más jóvenes no se explica por el envejecimiento de la población: la reducción de la fracción de hipotecas a los menores de 35 años entre 2002 y 2022 es casi el doble de la caída en el número de hogares menores de 35 años durante el mismo periodo", apunta.
La balanza, sin embargo, se ha equilibrado en cierta medida y también tiene un lado positivo. La resaca de la crisis financiera llevó a una reducción de los elevados niveles de endeudamiento hipotecario y un redimensionamiento del sector inmobiliario, con una lenta absorción del exceso de oferta de viviendas que provocó una caída de los precios, explica el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso. En aquella época, la incertidumbre económica tras la crisis de 2008 influyó significativamente. Posteriormente, en los últimos años, han influido factores como el envejecimiento de la población, la política monetaria y la falta de oportunidades de inversión para hogares y empresas, añade el experto.