(Cinco Días, 16-01-2025) | Mercantil, civil y administrativo
La crisis asociada al aumento de precios en la cesta de la compra parece haberse mitigado. En diciembre, el Índice de Precios al Consumo (IPC), que refleja la evolución del coste de vida, cerró con un incremento anual del 2,8%, lo que supone cuatro décimas más que en noviembre. Este repunte estuvo impulsado principalmente por el alza de los precios de los carburantes, según confirmó el Instituto Nacional de Estadística (INE). A pesar de este aumento, el dato es considerablemente inferior al promedio anual de 2023, que fue del 3,6%. Durante el último año, la inflación media se situó en torno al 2,9%.
En los meses recientes, la presión inflacionaria ha mostrado signos de relajación, incluso en un contexto invernal marcado por la tradicional subida de precios en energía y carburantes. Sin embargo, el aumento observado al final del año está relacionado con la retirada progresiva de medidas que habían sido implementadas para frenar la inflación, muchas de ellas enfocadas en controlar el encarecimiento de alimentos y electricidad, sectores que afectan especialmente a los hogares con menores ingresos. Esto explica que la inflación haya subido cuatro décimas respecto al 2,4% de noviembre, aunque sigue lejos del 3,4% registrado en enero de 2024 y del máximo anual del 3,6% alcanzado en mayo.
El aumento de precios en la cesta de la compra ha dejado de ser tan pronunciado como durante la crisis inflacionaria. Los alimentos, en particular, han mostrado una contención significativa, cerrando el año con una inflación del 1,8%, un punto por debajo de la tasa general. Cabe destacar que la inflación alimentaria se desaceleró notablemente en 2024, situándose 5,5 puntos por debajo de la registrada en diciembre de 2023. Entre los productos que han contribuido a esta moderación, destaca el aceite de oliva, cuyo precio bajó un 12,3% en el último año.
La inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos y ofrece una visión más estructural de los precios a medio plazo, se situó en diciembre en el 2,6%. Aunque supone un incremento de dos décimas respecto a noviembre, es notablemente inferior al 3,8% con el que cerró 2023. El Ministerio de Economía ha subrayado que esta tendencia descendente tanto en la inflación general como en la subyacente refleja la eficacia de las medidas económicas implementadas, las cuales han permitido combinar un crecimiento económico destacado en la eurozona con una reducción sostenida de la inflación.
El INE atribuye el repunte anual del IPC al 2,8% principalmente al encarecimiento de los carburantes y, en menor medida, al aumento de precios en el ocio y la cultura, donde destaca el incremento del coste de los paquetes turísticos. En particular, el grupo de transporte elevó su tasa interanual en 1,6 puntos, alcanzando el 0,6%, debido a la subida de los precios de carburantes y lubricantes, que contrasta con la bajada registrada en diciembre de 2023. Por su parte, el grupo de ocio y cultura incrementó su tasa en 1,2 puntos, situándose en el 3,2%.
Con este repunte, el IPC interanual suma tres meses consecutivos de subidas, alcanzando su nivel más alto desde julio, cuando también se situó en el 2,8%. En términos mensuales, el IPC de diciembre subió un 0,5% respecto a noviembre, tres décimas más que en el mes anterior. Este aumento se debe principalmente al encarecimiento de los paquetes turísticos (3,5%), la electricidad (0,6%) y las gasolinas (0,4%). El IPC armonizado (IPCA), por su parte, subió cuatro décimas en diciembre hasta alcanzar el 2,8%, con un incremento mensual del 0,4%.