(El Economista, 03-03-2025) | Laboral
La consolidación del teletrabajo ha generado diversos debates y posturas encontradas entre empresarios y empleados. Es innegable que la posibilidad de desempeñar funciones laborales desde cualquier lugar aporta a los trabajadores un alto grado de flexibilidad y facilita la conciliación de la vida personal y profesional, algo que la presencialidad en la oficina no ofrece. Además de estos beneficios, un 47% de los empleados destacan que el hecho de no tener que desplazarse físicamente a su lugar de trabajo les permite ahorrar más de 100 euros al mes en transporte, comidas fuera de casa y otros gastos derivados. Así lo revela el estudio Teletrabajo 2025, ¿en qué momento nos encontramos? elaborado por Robert Walters.
Hace 15 años, el teletrabajo en España era prácticamente inexistente, con solo un 2% de la población activa trabajando desde casa. Incluso antes de la pandemia, en 2020, apenas el 3,5% de los trabajadores realizaban sus labores en remoto. Sin embargo, el impacto del COVID-19, la transformación digital y la creciente competencia por atraer talento llevaron a muchas empresas a implantar modelos híbridos e incluso a permitir el trabajo completamente remoto. Pero, ¿cuál es la situación actual del teletrabajo?
Para entenderlo, Guillermo Julio Sáez, experto en talento y estudios de mercado en Robert Walters, señala que el teletrabajo debe analizarse desde múltiples perspectivas, debido a su impacto en aspectos clave como el mercado de la vivienda, la movilidad geográfica, la polarización laboral, las estructuras salariales y la transmisión de conocimientos dentro de las empresas. Es esencial que las compañías reconozcan los beneficios que el teletrabajo aporta a sus empleados, ya que esto puede traducirse en un aumento de la productividad y un mayor compromiso con la organización.
Las políticas de flexibilidad generan opiniones divididas entre los trabajadores. Para un 48% de los encuestados, el teletrabajo no es una prioridad, y prefieren contar con mayor flexibilidad horaria antes que disponer de más días de trabajo remoto. No obstante, el 79% de los empleados estarían dispuestos a cambiar de empleo si su empresa eliminara esta modalidad o redujera las políticas de flexibilidad. Además, el 47% de los trabajadores afirman que el teletrabajo les permite ahorrar mensualmente más de 100 euros, y un 17% incluso más de 200 euros. Esto hace que una de las razones principales para mantener esta modalidad sea la mejora de la economía personal.
Por otro lado, el 70% de los empleados no renunciarían a sus días de teletrabajo a cambio de otros beneficios o mejoras en la flexibilidad. Sin embargo, muchas empresas han encontrado obstáculos en la implementación del teletrabajo. Entre los principales problemas reportados por los empresarios se encuentran la disminución en la calidad del trabajo (26%), la dificultad para retener talento (32%), la complejidad para evaluar el desempeño de los empleados (42%), la falta de cohesión entre compañeros y directivos (52%) y, el mayor inconveniente, los problemas de comunicación, señalados por el 72% de los encuestados.
Estas dificultades también tienen repercusiones en la percepción de los propios empleados. Un 46% considera que el teletrabajo ha afectado negativamente su visibilidad dentro de la empresa y ha limitado sus oportunidades de crecimiento profesional. Por ello, es clave que las compañías fomenten una cultura de conexión entre compañeros, agilicen la resolución de problemas, mejoren la comunicación con los superiores y optimicen la transferencia de conocimientos para garantizar que el teletrabajo sea un modelo viable y beneficioso.
Si las empresas optan por un sistema híbrido, la combinación más valorada por los trabajadores es la de dos días de teletrabajo y tres de trabajo presencial. Este modelo permite mantener las relaciones interpersonales, facilita la comunicación directa y aporta flexibilidad para conciliar la vida laboral y personal.
En definitiva, el teletrabajo se ha consolidado como una herramienta clave para atraer y retener talento, gracias a las ventajas que ofrece en términos de comodidad y ahorro. Sin embargo, sigue siendo una opción limitada, accesible solo para el 10% de los trabajadores en España, con mayor presencia en empleos de alta cualificación, ubicados en entornos urbanos y con altos niveles de productividad y remuneración.