(El Economista, 22-04-2025) | Laboral

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones fijó un calendario para regularizar las nuevas cuotas de cotización de los trabajadores autónomos, y el próximo día 30 marca el final de este proceso. A tan solo nueve días de que concluya el plazo, desde el departamento aseguran a elEconomista.es que "todo avanza correctamente" en lo referente a cumplir los tiempos para comunicar a los autónomos que han cotizado por debajo de lo que les corresponde, así como para reembolsar a quienes han pagado de más. Será entonces cuando el ministerio pueda obtener una imagen clara del funcionamiento del sistema implementado en 2023 y calcular los ingresos reales que generará esta reforma.

En caso de que no se cumplan los plazos, la Seguridad Social deberá abonar intereses a los beneficiarios, tal como establece el artículo 29 de la Ley General de la Seguridad Social. Si se pagan las cantidades fuera de plazo, el recargo será del 10% si se abonan en el primer mes natural tras el vencimiento, y del 20% si se excede ese período. De acuerdo con los últimos datos facilitados por el Ministerio, el 50,7% de los autónomos deberá ajustar su cuota. Dentro de este grupo, alrededor de 880.000 profesionales tendrán que pagar una cantidad adicional, con una media de hasta 450 euros, y dispondrán de un mes para hacerlo, hasta el 30 de abril.

Por otro lado, unos 990.000 autónomos recibirán devoluciones de hasta 600 euros por haber cotizado en un tramo superior al que les correspondía. No obstante, este reembolso solo se efectuará si no optan por mantener esa cotización más alta, lo cual podría ser beneficioso a largo plazo para acceder a mejores prestaciones, como la jubilación. En febrero, un 60% de los notificados decidió continuar con la base superior elegida.

Del análisis de los datos aportados por la Agencia Tributaria sobre 3.729.782 autónomos, se concluyó que el 49,3% no necesitaría modificar su tramo de cotización. Esto incluye tanto a quienes no tienen periodos que regularizar (21,9%) como a aquellos que ya están cotizando correctamente dentro del tramo que les corresponde (28,11%).

El Ministerio detectó un desequilibrio en el sistema cuando impulsó el cambio en las bases de cotización. Antes de la reforma, un 80% de los autónomos cotizaba por la base mínima, a pesar de que sus ingresos reales eran mayores, lo que generaba un déficit estructural, ya que este régimen depende en gran medida de la financiación cruzada con otros. Además, al cotizar por bases más bajas, estos trabajadores acababan percibiendo prestaciones inferiores al resto de asalariados.

Con la entrada en vigor del nuevo modelo, los autónomos deben elegir su tramo de cotización en función de sus beneficios reales. La implantación del sistema basado en ingresos netos ajustó tanto las bases mínimas como los tramos y las cuotas mensuales que se deben pagar.

Esta modificación obliga a los trabajadores por cuenta propia a abonar una cuota mensual que va desde los 200 hasta los 590 euros, dependiendo de sus ingresos. Para quienes declaran más de 1.700 euros netos al mes, la cuota se incrementa. La reforma dejó claro que algunos autónomos tendrían que pagar hasta 90 euros más al mes. De cara al próximo ejercicio, las cuotas estarán entre los 350 y los 590 euros mensuales, mientras que los autónomos con menos ingresos -aproximadamente el 40%- se beneficiarán de una reducción que puede llegar a los 30 euros mensuales.

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