(Expansión,11-03-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Bruselas advierte que la flexibilización de las normas fiscales se limita al incremento del gasto en defensa y mantiene su recomendación de una política fiscal restrictiva para el Eurogrupo. La UE confía en que el Plan de Rearme impulse el crecimiento y el empleo. Mientras tanto, los ministros de Economía buscan avanzar en el euro digital y en productos de ahorro conjuntos.
Los ministros de Economía de la Unión Europea se reunieron en Bruselas con el objetivo de encontrar mecanismos para financiar el refuerzo militar común, impulsado por el nuevo contexto geopolítico. Durante una primera reunión con los representantes de la zona euro, la Comisión Europea anunció que aplicará una mayor flexibilidad en las normas fiscales, permitiendo a los países aumentar el gasto en defensa. Sin embargo, advirtió que, en otros ámbitos, la recomendación para el Eurogrupo sigue siendo mantener una política presupuestaria restrictiva, con el fin de equilibrar las cuentas públicas y contener la inflación.
El comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, subrayó que esta mayor flexibilidad en el gasto en defensa responde a preocupaciones de seguridad y geopolítica, más que a cambios en las previsiones macroeconómicas. Además, reiteró que la recomendación de una postura fiscal contractiva sigue siendo válida, ya que la inflación aún supera el objetivo del Banco Central Europeo, a pesar del proceso de desinflación en curso.
En la misma línea, el presidente del Eurogrupo, Pascal Donohe, recordó que se mantiene la recomendación de evitar un aumento generalizado del gasto, ya que esto podría dificultar la reducción de la inflación. En consecuencia, la Comisión Europea ha decidido restringir la relajación de las normas fiscales exclusivamente a la inversión militar, dejando fuera otras áreas como el gasto social. Esto ocurre en un momento en que muchos países han tenido que presentar planes de ajuste fiscal a largo plazo para recuperar la disciplina presupuestaria.
Bruselas espera que los presupuestos nacionales sean la principal fuente de financiación del Plan de Rearme Europeo, con una aportación de 650.000 millones de los 800.000 millones de euros que se pretende movilizar. Además, la Comisión propone la creación de un fondo de inversión conjunto de 150.000 millones de euros para gasto militar, complementado con recursos del presupuesto comunitario, fondos de cohesión y el apoyo del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
El propósito central del programa es reforzar la capacidad defensiva y ofensiva de la UE en un contexto de incertidumbre, especialmente ante la posibilidad de que Donald Trump regrese a la presidencia de EE.UU. y detenga el apoyo militar a Ucrania en su conflicto con Rusia. Según Dombrovskis, la Unión Europea debe asumir un papel más activo en su seguridad y defensa, al mismo tiempo que fortalece su competitividad y estabilidad económica. Argumentó que el Plan de Rearme podría movilizar 800.000 millones de euros, proporcionando un estímulo fiscal significativo con efectos positivos en el crecimiento y el empleo.
Este impulso fiscal es visto como una oportunidad para reactivar las principales economías europeas, especialmente Alemania, en un momento en que la guerra comercial impulsada por Trump amenaza la economía global. El director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Pierre Gramegna, señaló que se espera un crecimiento económico en Europa ligeramente inferior al previsto, situándose por debajo del 1% en un contexto de alta incertidumbre. No obstante, afirmó que un mayor gasto en defensa podría generar confianza entre los inversores y dinamizar la industria, especialmente en sectores vinculados a la innovación. Aun así, advirtió que, a largo plazo, los países deben garantizar la sostenibilidad del gasto y mantener el equilibrio fiscal.