(Expansión, 04-12-2024) | Laboral
La inflación y la falta de mano de obra cualificada son los dos factores que más influyen en el desempeño de las empresas españolas en Reino Unido. Estas compañías tienen altas expectativas sobre el nuevo gobierno laborista, confiando en que cumpla su promesa de estrechar la relación con la Unión Europea y reducir la carga impositiva.
Según el sexto Barómetro de la Inversión de España en Reino Unido, presentado hoy por la Cámara de Comercio de España en Reino Unido, el 46% de las empresas identifica la inflación como el principal factor que afectó a su actividad durante el último año. Esto a pesar de que el aumento de precios ha disminuido, pasando del 11,1% a finales de 2022 al 2,3% actual. Este fenómeno también llevó a un incremento en los tipos de interés, que alcanzaron el 5,25% y ahora se sitúan en el 4,75%.
Por otro lado, el 37% de las empresas destaca la dificultad para encontrar empleados cualificados, un problema que ha crecido 10 puntos en solo un año. Douglas Alexander, secretario de Estado británico de Política Comercial y Seguridad Económica, reconoció esta situación como una prioridad para el gobierno de Keir Starmer. Durante su intervención, mencionó a empresas españolas como Iberdrola, Santander e Indra como ejemplos de actores que pueden impulsar el crecimiento económico del país, un objetivo que Downing Street aún no ha logrado alcanzar plenamente.
Amparo López Senovilla, secretaria de Estado española de Comercio, corroboró que la carencia de mano de obra cualificada es el principal obstáculo señalado por las empresas españolas en Reino Unido. López confía en que un acercamiento entre Reino Unido y la Unión Europea aporte soluciones efectivas. Otros desafíos mencionados incluyen problemas en la cadena de suministro (13%) y huelgas laborales (4%).
Eduardo Barrachina, presidente de la Cámara de Comercio en Reino Unido, subrayó la necesidad de "mayor certidumbre" en áreas como la política de neutralidad de carbono para asegurar las inversiones españolas. Además, expresó su apoyo a las reformas regulatorias que buscan flexibilizar los mercados financieros.
El partido laborista se ha comprometido a reconstruir las relaciones entre Reino Unido y la UE, aunque enfrenta presiones externas, como el reciente mensaje desde Estados Unidos, donde aliados de Donald Trump sugieren que Londres debe decidir entre alinearse con Washington o con Bruselas. Sin embargo, Starmer afirmó en una reciente conferencia que su gobierno buscará mantener una relación equilibrada con ambos.
Las empresas españolas esperan principalmente mejoras en el mercado laboral (63%), como mayores facilidades para visados de empleados extranjeros, especialmente europeos, e incentivos para la formación profesional. También esperan reducciones fiscales (43%) y una simplificación de los controles fronterizos (40%).
En cuanto a los impuestos, las decisiones iniciales del gobierno laborista han ido en dirección contraria a las expectativas empresariales. De los 40.000 millones de euros contemplados en nuevas subidas fiscales, 35.000 millones recaen sobre las empresas, lo que podría limitar la inversión y el crecimiento del empleo. Entre las medidas destacan el aumento de las cotizaciones patronales a la Seguridad Social y un alza del salario mínimo superior al 6%.
A pesar de estos retos, las perspectivas de las empresas españolas para 2025 son optimistas. Un 70% prevé aumentar sus ingresos, un 49% planea incrementar su plantilla y un 48% espera invertir más, aunque este último porcentaje ha disminuido cinco puntos respecto al año anterior. Las prioridades de inversión incluyen mejorar la productividad (40%), expandir instalaciones (21%) e innovar (13%).
El Barómetro también reflejó una caída del 2,3% en el stock de inversión española en Reino Unido, que cerró 2022 en 79.490 millones de euros. Reino Unido sigue siendo el segundo destino más importante para la inversión española, con un 14,5% del total, solo superado por Estados Unidos (14,9%). Los sectores con mayor concentración son los servicios financieros, el comercio, el transporte aéreo, las telecomunicaciones y la energía. Sin embargo, tras un descenso en 2023, el flujo de inversión mostró un repunte en el primer semestre del año.