(El País, 07-02-2025) | Laboral

Los sindicatos vascos ELA, LAB, CC OO y UGT intentaron, sin éxito, acordar con la patronal Confebask la creación de un salario mínimo de convenio exclusivo para el País Vasco. Con este objetivo, las organizaciones sindicales trataron de constituir este jueves, dentro del Consejo de Relaciones Laborales en Bilbao, una mesa específica de diálogo social para negociar esta renta mínima, pero la propuesta fracasó debido a la negativa de los empresarios a abordar el tema. La patronal vasca justificó su rechazo alegando que esta medida pondría en peligro la competitividad y viabilidad de las empresas en la región.

Ante esta postura, los sindicatos reaccionaron criticando duramente a los empresarios vascos, a quienes tacharon de "retrógrados" y "anticuados", además de acusarlos de no estar a la altura de las necesidades sociales y laborales actuales. Las organizaciones sindicales habían registrado formalmente su solicitud el pasado 14 de enero para abrir un espacio de negociación con el fin de establecer un salario mínimo aplicable a todas las empresas sujetas a convenios colectivos en el País Vasco, que representan la mayoría del tejido empresarial.

Confebask y sus asociaciones integrantes -Cebek en Vizcaya, Adegi en Guipúzcoa y SEA en Álava- rechazaron la propuesta a través de un comunicado en el que argumentaron que el aumento de las cotizaciones sociales, el alto índice de absentismo laboral en el País Vasco, la reducción de la jornada laboral impuesta por ley y la falta de flexibilidad organizativa en las empresas generan una presión significativa sobre los costes laborales, lo que repercute en la competitividad.

Por estas razones, la patronal se opuso a la creación de un salario mínimo de convenio para todas las empresas de la región, el cual sería superior al salario mínimo interprofesional aprobado a nivel estatal para 2025 (1.184 euros mensuales en 14 pagas, con un incremento del 4,4% respecto a 2024). Además, Confebask expresó su preocupación por la incertidumbre económica global y el impacto de la crisis del sector automovilístico en la industria tanto en Europa como en el País Vasco.

Los empresarios también sostienen que el "salario mínimo propio" ya está presente en Euskadi a través de la negociación colectiva sectorial y provincial, la cual define tanto los salarios mínimos como los máximos en función de las particularidades de cada sector y empresa. En su opinión, establecer un salario mínimo general sin considerar estas diferencias provocaría una subida en toda la escala salarial y rompería el equilibrio que actualmente existe entre la remuneración y la realidad económica de cada ámbito. Así, defienden el modelo actual, pues consideran que permite garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores sin comprometer la competitividad empresarial.

El vicepresidente segundo y consejero de Economía, Trabajo y Empleo del Gobierno Vasco, Mikel Torres, expresó su sorpresa ante la negativa de Confebask a formar una mesa de diálogo para debatir esta propuesta y calificó la decisión como una "oportunidad perdida".

Esta reivindicación sindical en el País Vasco guarda ciertas similitudes con una demanda planteada recientemente por el secretario general de Junts, Jordi Turull. Tras la aprobación por el Consejo de Ministros del anteproyecto de ley para reducir la jornada laboral, el líder nacionalista catalán criticó la medida por considerarla un simple "eslogan" y afirmó que los catalanes prefieren mejores salarios en lugar de menos horas de trabajo.

Turull aseguró que su partido mantiene conversaciones con los sectores afectados por la reducción de la jornada, aunque aún no ha tomado una posición definitiva al respecto. No obstante, señaló que Junts está dispuesto a negociar con el Gobierno cuestiones como la adaptación del salario mínimo interprofesional al coste de vida en Cataluña y la posibilidad de establecer incentivos fiscales para las pequeñas y medianas empresas.

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