(El País, 29-11-2024) | Laboral
El año 2024 se ha consolidado como el periodo de recuperación salarial a nivel global. Tras los altos niveles de inflación registrados en 2022 y 2023, los salarios reales -descontando el impacto del aumento de los precios- cayeron a valores negativos en la mayoría de las economías, lo que provocó una pérdida significativa de poder adquisitivo para los trabajadores. Sin embargo, según el Informe Mundial sobre Salarios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentado en Ginebra, los datos preliminares de la primera mitad de 2024 muestran un crecimiento mundial de los salarios reales del 2,7%, el mayor aumento en más de 15 años. A pesar de ello, aunque la desigualdad salarial sigue siendo un problema importante en la mayoría de los países, esta se ha reducido en dos tercios de las naciones analizadas desde el comienzo del siglo.
El repunte salarial global está influido en gran medida por China, cuyo acelerado crecimiento de los sueldos eleva significativamente el promedio mundial. Sin incluir al gigante asiático, el aumento de las remuneraciones reales en 2024 se sitúa en un 2,3%. En el caso de los países del G-20, tras dos años de retroceso en los salarios reales, las economías avanzadas registraron un crecimiento modesto del 0,9% este año, frente a un notable 5,9% en las economías emergentes del grupo.
En términos generales, el informe destaca que los salarios nominales -antes de ajustar por inflación- crecieron por encima de los precios en todas las regiones del mundo durante el primer semestre de 2024. Las subidas oscilaron entre un 19,4% en Asia Central y Occidental, y un moderado 0,3% en América del Norte, donde los aumentos salariales han sido los más contenidos.
A pesar de estos avances, la OIT subraya la importancia de mantener políticas de salario mínimo sólidas, dado el impacto que la inflación tiene en las rentas más bajas. Aunque en 2022 y 2023 más países de lo habitual ajustaron sus salarios mínimos, solo una minoría logró superar la inflación. De una muestra de 160 países, el 60% ajustó sus salarios mínimos en 2022, pero solo uno de cada cuatro los incrementó por encima del aumento de los precios. En 2023, aunque el 55% superó la inflación, en muchos casos los aumentos no compensaron las pérdidas acumuladas en años anteriores. La OIT insta a que el ajuste del salario mínimo continúe siendo una prioridad, con el objetivo de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores con ingresos bajos, sin descuidar los factores económicos.
No obstante, la recuperación salarial global no ha logrado eliminar las significativas desigualdades internas en cada país. Según el informe, en los países con ingresos más bajos, el 22% de los trabajadores reciben un salario inferior a la mitad de la mediana nacional. Además, las mujeres y los empleados del sector informal se concentran en los tramos más bajos de la distribución salarial. El estudio también confirma que, en todos los niveles de ingreso, los hombres ganan más que las mujeres, evidenciando una brecha salarial persistente.
A nivel global, las disparidades salariales entre países son igualmente marcadas. El 10% de los trabajadores con menores ingresos representa apenas el 0,5% de la masa salarial mundial, mientras que el 10% mejor pagado acumula casi el 38%. A pesar de estos desequilibrios, el informe señala que la desigualdad salarial se ha reducido en aproximadamente dos tercios de los países analizados, especialmente en aquellos con ingresos bajos y medianos, donde las reducciones han sido más pronunciadas.
Para continuar avanzando en la equidad salarial, la OIT propone fomentar el diálogo social entre empresarios y trabajadores para fijar salarios justos, adoptar enfoques integrales que consideren tanto las necesidades de los empleados como las condiciones económicas, y diseñar políticas que promuevan la igualdad de género. También recomienda basar las decisiones salariales en datos fiables y abordar las causas estructurales de los salarios bajos, como la baja productividad, el empleo informal y la subvaloración de ciertos sectores, como el de los cuidados.