(Expansión, 24-03-2025) | Laboral
Los 1,3 millones de trabajadores nacidos fuera del país se concentran principalmente en sectores tradicionales y de menor valor añadido. Su presencia es más notable en Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. El buen desempeño del mercado laboral español sigue siendo un pilar clave para la estabilidad económica. En particular, la recuperación de la actividad tras la crisis provocada por la pandemia ha impulsado la contratación, un efecto positivo que las empresas aún están aprovechando para sostener el ritmo de empleo.
Sin embargo, un análisis detallado revela que la expansión del empleo en los últimos cinco años presenta características específicas. Una de las más relevantes, por su relación con la calidad del trabajo generado, es que el 71% del aumento de la ocupación ha sido cubierto por personas nacidas fuera de España. De los cerca de 1,9 millones de empleos creados en este período, 848.700 han sido ocupados por extranjeros y 502.300 por individuos con doble nacionalidad, sumando en total más de 1,3 millones de nuevos trabajadores desde 2019.
Esta tendencia responde en gran medida a un cambio demográfico, ya que la proporción de personas nacidas fuera de España ha aumentado significativamente dentro de la población total. En los últimos cinco años, este grupo ha pasado de 4,8 a 6,8 millones de personas, representando ahora casi el 14% de la población total (49,07 millones), cuatro puntos porcentuales más que en 2019.
Como resultado, la población extranjera se ha convertido en un factor clave del mercado laboral, según indican los datos del INE analizados por Miguel Ángel García Díaz, investigador de Fedea y profesor de Economía Aplicada en la URJC, y Fernando Pinto Hernández, profesor e investigador en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la URJC. Según su informe sobre la evolución del empleo y la población activa en España entre 2019 y 2024, la proporción de trabajadores nacidos fuera del país ha crecido 4,8 puntos en el último quinquenio, pasando del 15,9% al 20,7%.
"El mercado laboral demuestra una gran capacidad de absorción, pero surgen dudas sobre la calidad del empleo generado, el aumento de necesidades y la sostenibilidad del sistema de bienestar", advierten los expertos. También destacan que estos trabajadores se concentran en regiones como la Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid y Andalucía.
De acuerdo con el economista Miguel Ángel García, este incremento en la ocupación de trabajadores nacidos fuera de España se ha dirigido mayoritariamente a sectores tradicionales. Esto sugiere que los nuevos empleos no han generado un mayor valor añadido, ya que se concentran en áreas como la hostelería, servicios personales, seguridad y comercio (donde se emplean 323.407 personas, el 23,9% del total). Le siguen los trabajos elementales y no cualificados, que representan el 18,3% del total, con 247.207 empleados más. En conjunto, más del 40% de estos trabajadores están en sectores de menor valor añadido, aunque esenciales, y que no suelen atraer el interés de la población nacida en España.
El impacto regional de esta tendencia es variado. Algunas comunidades han registrado un crecimiento del empleo foráneo por encima de la media, incluso reemplazando a trabajadores nacionales, lo que ha llevado a incrementos superiores al 100%. Es el caso del País Vasco (+120%), Castilla y León (113%) y Madrid (101%). Otras regiones con aumentos significativos son Cataluña (94%), Melilla (92%), Cantabria (89%), Islas Baleares (84%), Comunidad Valenciana (83%), La Rioja (74%) y Galicia (72%).
En el otro extremo, Canarias (-6%) es la única comunidad donde la ocupación de extranjeros ha disminuido desde 2019. Otras regiones con avances más modestos incluyen Extremadura (10%), Ceuta (21%), Andalucía (37%), Castilla-La Mancha (41%) y Asturias (48%).