(El Periódico, 22-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Las principales empresas de telecomunicaciones de Europa llevan años pidiendo a la Unión Europea que modifique la regulación del sector para fomentar la concentración en un mercado muy fragmentado, con el fin de crear grandes empresas europeas capaces de invertir en innovación y nuevas tecnologías. Compañías como Telefónica, Vodafone, Orange y Deutsche Telekom reclaman desde hace tiempo reformas legales que reimpulsen el sector de las telecomunicaciones y aceleren el desarrollo tecnológico en Europa.
Desde distintos sectores, tanto empresariales como gubernamentales y dentro de la propia UE, se está empezando a considerar la posibilidad de abrir un proceso de fusiones en el sector de telecomunicaciones, primero a nivel nacional y luego a nivel transnacional. Ante la posible llegada de una ola de fusiones, las pequeñas operadoras de telecomunicaciones europeas se están movilizando en contra de las políticas y ayudas que promuevan la consolidación del sector.
La patronal europea ELFA, que agrupa a más de 800 operadores locales y regionales de fibra óptica, se opone rotundamente a las "iniciativas políticamente forzadas" que buscan promover la concentración transfronteriza del mercado y la unión de grandes corporaciones. De igual forma, la asociación española Aotec, que representa a unas 150 empresas, se muestra "absolutamente en contra" de otorgar incentivos para la concentración de grandes empresas en el sector.
Los cientos de operadores asociados a ELFA defienden que la presencia de múltiples actores en el sector es fundamental para un despliegue de redes "rápido y eficiente", como ha ocurrido con la fibra óptica en España. Los operadores alternativos de ELFA, responsables de más del 50% de las redes de fibra locales y regionales en Europa, aseguran que la diversidad de infraestructuras contribuye a la resiliencia de las redes, especialmente en situaciones críticas.
Estas pequeñas operadoras argumentan que una menor competencia resultará en menos inversión e innovación, lo que perjudicará a los consumidores. ELFA señala que forzar la concentración del mercado mediante la reducción del número de operadores reducirá la competencia, afectando negativamente a los clientes en términos de oferta y precios. La organización defiende que se debe apoyar la diversificación de la propiedad y la inversión local, en lugar de promover fusiones transfronterizas a gran escala.
Desde ELFA recalcan que el mercado europeo de telecomunicaciones ya es competitivo y funciona bien, señalando que los precios de la banda ancha fija y móvil en Europa son más bajos que en EE. UU., y que el despliegue de la fibra óptica es más rápido. La organización insiste en que cualquier movimiento de consolidación debe tratarse "en términos de mercado" y dentro del marco legal antimonopolio y de competencia de la legislación nacional y europea, sin aplicar incentivos públicos específicos.
Durante las últimas dos décadas, la Comisión Europea ha centrado su política en garantizar una alta competencia en los mercados en beneficio de los consumidores, impidiendo fusiones y promoviendo la existencia de al menos cuatro operadores de tamaño considerable en cada país de la UE. En contraste, en mercados más grandes como EE. UU., China o India, hay entre tres y cinco grandes empresas dominando el mercado.
Las grandes operadoras europeas denuncian que esta regulación ha impedido que las empresas tecnológicas y de telecomunicaciones europeas alcancen el tamaño necesario para desarrollar su propia tecnología, invertir en infraestructuras y competir con sus rivales de EE. UU. y Asia en áreas clave como las redes de banda ancha de alta velocidad, 5G, computación, inteligencia artificial y fabricación de microchips.