(Expansión, 18-02-2025) | Fiscal
La retención aplicada a los salarios no implica necesariamente que los trabajadores deban tributar, ya que, al presentar la declaración de la Renta, pueden recuperar parte o la totalidad de lo retenido si cuentan con deducciones, como la de alquiler de vivienda, que es una de las más utilizadas por quienes perciben el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). De acuerdo con los cálculos de los técnicos de Hacienda (Gestha), el IRPF solo afectará a una parte de los 539.719 trabajadores con ingresos anuales entre 15.876 y 16.576 euros, es decir, aquellos que superen el umbral del SMI de 2024 y alcancen el de 2025.
En este sentido, deberán tributar por el incremento salarial aquellos empleados que: Perciban el SMI y trabajen a jornada completa al menos 348 días al año. Obtengan rentas del trabajo equivalentes a ese importe anual, ya sea en jornada parcial o trabajando solo algunos meses del año. La retención solo se aplicará a dos grupos específicos: Matrimonios o parejas que declaren individualmente y tengan un hijo en común mayor de 3 años. Personas solteras, separadas o divorciadas sin hijos ni otras cargas familiares.
En ambos casos, la retención se aplicará únicamente al salario que supere los 15.876 euros, que es el umbral a partir del cual comienza la tributación. Sin embargo, las empleadas del hogar contratadas a jornada completa por familias no estarán sujetas a retención y no estarán obligadas a presentar la declaración si sus ingresos no superan los 22.000 euros provenientes de un solo pagador.
El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, ha señalado que la tributación del incremento del SMI responde a una decisión política, ya que existen mecanismos técnicos para evitar que estos trabajadores tengan que tributar sin que ello suponga un gran coste fiscal. Como alternativa, Gestha propone elevar el umbral de tributación del IRPF hasta los 16.576 euros anuales, equivalente al SMI de 2025, lo que permitiría eximir a más de 500.000 trabajadores de pagar este impuesto.
Según sus estimaciones, más de medio millón de contribuyentes quedarían exentos de retención y tributación en el IRPF, con un impacto fiscal moderado, que oscilaría entre 54 y 162 millones de euros, solo en el caso de los empleados acogidos al SMI. Además, esta medida también beneficiaría a trabajadores y autónomos con sueldos mensuales más elevados, pero cuyos ingresos anuales se sitúan entre 15.876 y 16.576 euros, ya sea porque han accedido a un empleo mejor remunerado por algunos meses, han estado en situación de desempleo o se han jubilado.
Gestha advierte del "error de salto", que ocurre cuando la retención sobre un salario íntegro más alto reduce el ingreso neto del trabajador por debajo de aquel que percibe un sueldo menor sin retención. Para evitarlo y minimizar la pérdida de recaudación, la asociación propone un ajuste progresivo en la reducción por rendimientos del trabajo, de manera que esta disminuya gradualmente para salarios entre 16.576 y 19.747,5 euros netos anuales (aproximadamente 23.200 euros brutos), asegurando que los beneficios fiscales no se extiendan a sueldos superiores.
Por último, Gestha recuerda que 8,5 millones de trabajadores (8.437.448 personas) percibirán menos de 16.576 euros anuales, principalmente debido a que trabajan a jornada parcial o han estado dados de alta solo durante algunos meses del año.