(Expansión, 05-03-2025) | Mercantil, civil y administrativo
El presidente de Estados Unidos ha defendido ante el Congreso su estrategia económica, asegurando que permitirá regresar a "los albores de una nueva Edad de Oro para América" gracias a su política arancelaria, la cual impulsará la inversión dentro del país.
"Hemos logrado más en 43 días que muchas administraciones en ocho años; y esto es solo el comienzo". Con estas palabras, Donald Trump destacó ante el Congreso su postura frente a la guerra comercial que, en los últimos días, ha alcanzado niveles sin precedentes en el siglo XXI. La imposición de aranceles ha generado una serie de medidas recíprocas entre Estados Unidos, China, Canadá y México, con la posibilidad de extenderse a otras regiones, especialmente la Unión Europea, cuando en los próximos meses entren en vigor nuevas tasas al acero, productos agrícolas y las denominadas "tarifas recíprocas". Trump dejó claro que no habrá marcha atrás en su estrategia comercial.
Esta intervención marcó la primera vez que Trump se dirigió al Congreso desde que asumió la presidencia a finales de enero. Si bien no se trató oficialmente de un discurso sobre el estado de la nación, su formato fue similar.
Bajo el lema "Renovar el sueño americano", el presidente delineó los principales ejes de su administración, los cuales ha denominado como "los albores de la Edad de Oro de América". En su discurso, defendió las medidas adoptadas durante su primer mes en el cargo, orientadas a redefinir el equilibrio geopolítico sin afectar la economía nacional.
A pesar de las advertencias de analistas sobre los efectos negativos de estas políticas proteccionistas en el PIB de las economías afectadas, incluida la estadounidense, así como sobre el impacto inflacionario en el costo de vida de los ciudadanos, Trump insistió en que su estrategia reducirá los precios. ¿Su fórmula? Más aranceles, los cuales, según él, generarán millones de empleos y atraerán inversiones al país, además de incrementar la producción de petróleo para abaratar la energía.
El mandatario reconoció que habrá dificultades a corto plazo debido a las tarifas comerciales, pero reiteró su convicción de que son necesarias para "volver a hacer América rica otra vez". En su intervención, repitió algunos de sus mensajes habituales, desde críticas a la gestión de Joe Biden hasta su lema "Hacer América grande otra vez". También reafirmó su compromiso con la reducción de impuestos y el endurecimiento de las políticas migratorias, instando al Congreso a respaldar sus iniciativas para deportaciones masivas y un mayor control fronterizo. En este contexto, mencionó nuevamente su intención de recuperar el control del Canal de Panamá, delegando el asunto en el Secretario de Estado, Marco Rubio.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Trump restó importancia al papel de Europa en el conflicto, señalando que los países del continente han invertido más en la compra de gas ruso que en la defensa de Ucrania. Además, mencionó la carta enviada por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que expresaba su disposición para retomar negociaciones de paz. Trump agradeció el gesto y aseguró que Rusia también está interesada en un acuerdo, aunque no entró en detalles sobre los términos.
Finalmente, el presidente repasó lo que considera sus principales logros hasta el momento: declarar el inglés como idioma oficial del país, eliminar políticas de igualdad y diversidad, renombrar el Golfo de México como "Golfo de América", reducir costos en la administración pública y bloquear fondos destinados a la cooperación internacional. Asimismo, prometió trabajar para equilibrar el presupuesto federal, aunque sin hacer mención al déficit, que se encuentra en niveles históricos.