(El País, 17-01-2025) | Fiscal
¿Por qué la subida del SMI tributará a más del 40% en el IRPF si Hacienda no adapta el impuesto?
El Ministerio de Hacienda ha generado controversia al anunciar que evalúa no ajustar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) al aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) cuando este se implemente, algo que sí hizo con las subidas anteriores. De no realizarse esta adecuación, por primera vez, algunos beneficiarios del SMI podrían enfrentar un tipo impositivo superior al 40% por la parte de sus ingresos que supere el actual mínimo exento de 15.876 euros. Esta anomalía provocaría un coste fiscal de 43 céntimos por cada euro adicional y afectaría también a rentas bajas de hasta 21.000 euros anuales. De acuerdo con las recomendaciones de los expertos del Ministerio de Trabajo, el SMI alcanzará en 2025 entre 16.422 y 16.576 euros anuales, repartidos en 14 pagas. Este incremento, de entre 546 y 700 euros al año, implicaría que, sin un ajuste del mínimo exento del IRPF, los trabajadores que perciban el nuevo SMI tendrían que abonar entre 233 y 300 euros más a Hacienda, dependiendo del incremento final. Esto equivaldría a perder casi el 43% de la mejora salarial debido a las retenciones aplicadas por el empleador, dado que la obligación de presentar la declaración de la renta no se activa hasta ingresos de 22.000 euros anuales. Este tipo marginal del 43%, inusualmente alto para rentas bajas, es el máximo permitido por la ley y se debe al diseño del IRPF, que presenta irregularidades en los tramos inferiores. Estas distorsiones se hacen evidentes cuando un contribuyente supera ciertos umbrales, lo que genera un aumento desproporcionado en la carga tributaria por cada euro adicional. El problema surge de la interacción entre dos elementos clave: el mínimo exento, que define el umbral a partir del cual se tributa, y las reducciones aplicables a los rendimientos del trabajo. Actualmente, el mínimo exento está fijado en 15.876 euros, equivalente al SMI vigente. Sin embargo, Hacienda plantea mantener este límite sin ajustarlo al incremento del SMI. Las reducciones por rendimientos del trabajo agravan esta situación. La deducción general es de 2.000 euros para todos los asalariados, a la que se suman reducciones adicionales de hasta 7.302 euros para quienes ganan 14.852 euros o menos al año. Estas disminuyen progresivamente y desaparecen a partir de los 19.747,5 euros, generando un aumento abrupto del tipo marginal. Si Hacienda no actualiza el mínimo exento, los trabajadores con el nuevo SMI (16.422 o 16.576 euros) tributarán por entre 546 y 700 euros de ingresos, con retenciones de 233 o 300 euros. Este efecto también afectará a otras rentas bajas: un asalariado con 17.000 euros pagará 1.124 euros en impuestos y tendrá retenciones de 483 euros; alguien con 18.000 euros abonará 913 euros; con 19.000, 1.343 euros; y con 20.000, 1.773 euros. Estas anomalías en el IRPF no son nuevas. En subidas previas del SMI, Hacienda ajustó el mínimo exento para reducir el impacto en las rentas más bajas, como ocurrió en 2024, cuando el SMI y el mínimo exento pasaron de 15.000 a 15.876 euros. Sin embargo, la posibilidad de no repetir este ajuste ha desatado críticas y podría abrir un nuevo frente político. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya exigió en el pasado que las subidas del SMI fueran acompañadas de modificaciones en el IRPF para evitar que los trabajadores perdieran poder adquisitivo debido a un aumento en la carga fiscal.
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